miércoles, 18 de abril de 2012

Un dolor crónico en el codo izquierdo
Otro en la cadera
Sueños recurrentes que hace mucho que desaparecieron
Un mensaje de texto donde, al fin, decías la verdad
¿Porqué de repente hay tantos insectos en el cuarto?
Nadie puede ver mis garras y mis colmillos y mi cola y mis alas...
Estoy inmóvil con la lengua de fuera y los ojos desencajados
Ya no hay lugar donde me sienta tranquilo
El Sol es el camino
La música es un pitido, una línea horizontal en el cuadro cartesiano
He nacido para destruir pero hago zen mientras llega el momento
Ya fui polvo, ahora soy fuego y no me importa nada

martes, 31 de enero de 2012

Me dijo: "Mirá, J. se va a bajar aqui, pero a vos que te valga... ". La buena de Lola... yo le entendí al instante.

Durante toda la noche me habían estado terapiando, ella y Mayra. Además, aunque me duela, J. me había dicho que si podíamos salir en esta ocasión para ya solo como amigos. ¿Cuántas cervezas me tomé? ¿Porqué me sentí más ligero y libre esa noche?

Así que J. se bajó del taxi sin despedirse de mí. Todos íbamos ya bien tomados, yo más que todas ellas. Lola me dijo que J. se bajaría y yo hice propósito de comportarme con tranquilidad. Ya no más de aquellas feas escenas. Celos, rabia, impotencia.

No contaba con que J. tendría que subir primero las gradas, llegar a la puerta, tocar y esperar a que él le abriera. Eras las dos y media de la madrugada. Esperar. Malditos sean esos segundos.

"Vaya" dijo Mayra, "le abrió". Y el taxista arrancó el vehículo.

¿Cuál es la consecuencia?

Que todavía me duele, y mucho.

Pero como aquí se trata de hacerme daño ¿no?, de verme las vísceras y jugar con ellas.

Correcto.

martes, 17 de enero de 2012

Tema del blog

Sin trabajo, sin amigos, casi sin esperanza. Esos son algunos de los resultados, algunas de las consecuencias. Hay que recordar que estamos en la Tierra de Nadie del Tercer Mundo. En la cobacha del Tercer Mundo. En el fondo del fondo por definición.
Ahora que me muevo por las mismas calles, vestido con ropa de segunda mano, sin nada que hacer, haciéndome falta la vitalidad y la desverguenza para emprender una tarea artística, ahora, me arrepiento. Pero no se equivoquen, no es un arrepentimiento usual. No implica que cambiaría algo de lo ya hecho, o, si pudiera viajar al pasado, hacer algo que no hice. No es asi de fácil, de lo contrario no hiciera falta este palabrerío. Es algo que se siente en los huesos, algo que miras en el sol, un ruido, un zumbido de máquina, una infección que sabes que se cura pero está peor cada día.

Esto es la vida despúes del gran orgasmo de dios. Este es la deidad menor y vengativa que no te puede hacer mucho daño pero lo intenta. Esta es mi piel y mis huesos y mi carne, entregados como festín a los otros.