domingo, 5 de abril de 2015

Está igual. Quizás arrugas incipientes bajo sus ojos. Aún hace reventar lucecitas de colores cuando sonríe. Eso siempre me causó gracia. Eres una señora. Eres una madre. Has madurado de la manera más hermosa. Creo que es lógico suponer que conservas el alma de niña alegre, se te nota, a parte de alguna gravedad en tu cara, cosa que se adquiere con los años, con las preocupaciones.

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